



Además, el pepino es un auténtica baza nutritiva, entre sus vitaminas destacan las del grupo B, imprescindibles para favorecer el impulso nervioso y la salud celular, además, contiene ácido fólico, vitamina C, calcio, hierro, magnesio, fósforo, potasio y zinc.
Por todo ello, la Organización Mundial de la Salud recomienda su consumo, ay que seleccionar los ejemplares verdes, sin manchas amarillas o defectos en la piel, ara conservarlos es recomendable guardarlos en la nevera, donde se conservaran en buenas condiciones varios días.
Bueno para el cerebro:
Contiene un flavonol, un antioxidante antiinflamatorio, que favorece la conectividad neuronal, y cuida de nuestro cerebro.
Antiinflamatorio natural:
Nos mantiene frescos, gracias a la hidratación que proporciona, favorece múltiples procesos internos al nutrir las células.
Combate el cansancio y el estrés:
Contiene muchas vitaminas del grupo B, muy efectivas para relajar el sistema nervioso y aliviar el impacto de la ansiedad y el estrés.
Los batidos de pepino con manzana o agua de pepino con limón son un recurso natural para aliviar el cansancio o las cefaleas tensionales.
Mejora tu salud digestiva:
El pepino es rico en agua y en fibra por lo que ayuda a nuestras digestiones. Además ayuda a mejorar el PH del estómago y combatir los reflujos.
Cuida de nuestro peso:
El pepino es uno de los alimentos más consumidos en las dietas de adelgazamiento por su alto contenido en agua y bajo aporte calórico.
Protege el corazón:
El pepino contiene potasio, mineral que regula la presión arterial, no podemos olvidar que es esencial conseguir un adecuado equilibrio entre el potasio y el sodio, el potasio actúa como un ion con carga positiva que regula las funciones celulares, gracias a ese equilibrio cuida de la correcta transmisión del impulso nervioso.