



Hace una semana, el buque Ever Given, uno de los portacontenedores más grande del mundo, propiedad de una compañía japonesa, quedó varado a todo lo ancho del Canal de Suez.
La situación puso en crisis al comercio mundial generando un atasco para el tráfico marítimo en el canal de Egipto; afortunadamente, este domingo una flotilla de remolcadores logró arrancar la proa bulbosa del Ever Given.
Ahora, el barco será sometido a una inspección técnica para seguir su curso, pues en promedio transporta 220 mil toneladas, un exceso que ocasionó su inclinación, obstruyendo por completo la vía marítima.
Al menos 367 embarcaciones, que transportaban desde petróleo hasta ganado, quedaron atoradas en ambos extremos del canal, sin saber con exactitud cuándo se resolvería el problema.
Mientras que otras embarcaciones optaron por tomar la ruta alternativa alrededor del Cabo de Buena Esperanza en el extremo sur de África, lo que añade hasta dos semanas más de viaje.