



El grupo de Patrimonio Histórico de la Policía de la región de Valencia (Este de España) intervino las tres pinturas de forma cautelar. Según la investigación policial, son propiedad de un coleccionista no especialista en arte de la provincia de Toledo, que había iniciado la venta de sus fondos como si fueran originales, con la colaboración de marchantes a cambio de un diez por ciento del precio.
Las autoridades valencianas informaron que el cuadro de Modigliani iba acompañado de documentos de autenticidad presuntamente falsificados con la intención de comercializarlo en Suiza, México y Alemania por un valor de $10 millones de dólares.
El Instituto Valenciano de Conservación, Restauración e Investigación ha determinado que no se trata de una obra original de Modigliani, sino que se ha copiado el estilo y temática, con firma apócrifa. El atribuido a El Greco se intentaba vender por $3 millones de dólares y el otro estaba a la venta por $1,8 millones de dólares.
También contaban con documentación supuestamente falsa para acreditar su originalidad y favorecer la venta. En este caso, expertos del Museo Sefardí de Toledo y del Museo Nacional del Prado (Madrid) han emitido los informes técnicos que demuestran que se trata de obras falsificadas.