



La falta de actividad física, beber poca agua potable y comer demasiado de ciertos alimentos pueden provocar ciertas afecciones como las piedras en los riñones o cálculos renales.
De acuerdo al Instituto Nacional de Enfermedad de la Diabetes, Digestión y Riñón de Estados Unidos, las piedras en los riñones son trozos de un material sólido parecido al de una piedra.
Su formación en uno o ambos riñones resulta de los altos niveles de ciertos minerales en la orina, que pueden llegar a ser de tamaños y formas variables, pero rara vez llega a alcanzar el tamaño de una pelota de golf.
Las piedras en los riñones causan dolor cuando pasan a través de las vías urinarias, y una molestia intensa o sangrado cuando piedras más grandes se quedan atascadas en el camino.
Hay quienes recurren a las infusiones de manzanilla, cola de caballo, jengibre, entre otras, en primera instancia para tratar este problema en los riñones, sin embargo, lo más correcto es acudir a un médico para aplicar el tratamiento adecuado.
Como se mencionó anteriormente, las piedras en los riñones pueden llegar a ser desde muy pequeñas hasta grandes, causando un dolor intenso, vómito y fiebre; en esos casos se requiere de un tratamiento urgente.
Cabe resaltar que existen diferentes tipos de piedras en los riñones; de ello dependerá el tratamiento a seguir para eliminarlas, el cual incluye medicamentos y modificación de la alimentación.
Las posibles medicinas que recete un médico son el citrato de potasio, que se utiliza para elevar los niveles de citrato y el pH en la orina; así como diuréticos, que ayudan a eliminar el agua del cuerpo.
Para este caso, los médicos pueden recetar alopurinol, que se utiliza para tratar niveles altos de ácido úrico en el cuerpo, o citrato de potasio.
Para esta afección un médico puede recetar antibióticos para combatir las bacterias y prevenir la infección.
En este caso, un médico puede recurrir a un antioxidante que se usa para tratar los problemas cardíacos, o al citrato de potasio.
El Instituto Nacional de Enfermedad de la Diabetes, Digestión y Riñón de Estados Unidos explica que en la mayoría de los casos, tomar la cantidad suficiente de líquido todos los días es la mejor manera de ayudar a evitar que se formen la mayoría de los tipos de piedras en los riñones.
Al menos que se tenga insuficiencia renal, se debe tomar de seis a ocho vasos de ocho onzas al día; no obstante, se recomienda acudir con un profesional de la salud que indique la cantidad de agua recomendada para cada persona.