



Múltiples gobiernos trabajan en el desarrollo de tecnología que permita identificar a las personas que están vacunadas contra Covid-19, y de ese modo, impulsar la movilidad entre ciudades y países; así como reactivar la economía.
Corea del Sur, por ejemplo, planea lanzar un sistema de “certificado de vacunación” para teléfonos inteligentes, según anunció en febrero el primer ministro Chung Sye-kyun.
Mientras que países como Austria, Canadá y Chile tienen en la mesa la discusión sobre introducir un “pasaporte de vacunación” para todos los que hayan sido vacunados o tengan inmunidad.
Aunque el tema tiene gran aceptación, la Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconseja el uso de un “pasaporte”, principalmente por la falta de evidencia para asegurar que quienes se recuperaron de la enfermedad y tienen anticuerpos están protegidos de una segunda infección.
Por otro lado, la OMS señala que los pasaportes pueden provocar que la gente se relaje o que ignore los consejos de salud pública para prevenir una ola de contagios de coronavirus, lo que aumentaría el riesgo de transmisión continua.
Sin embargo, el organismo considera más acertado la creación de un “certificado de vacunación” como sucede con cualquier otro biológico, esto por distintas razones:
Justo ahora, la Comisión Europea está trabajando en un “certificado verde digital” que tiene por objetivo garantizar la libertad de movimiento entre los estados miembros, ya sea que la persona esté vacunada o no.